Blanca Fernández Ochoa

Fotografía: rtve.es

Blanca Fernández Ochoa, la primera medallista olímpica

Su bronce en los Juegos Olímpicos de Albertville abrió la puerta del olimpo para las españolas.

 

Blanca Nieves Fernández Ochoa nació en el barrio madrileño de Carabanchel en 1963. Su segundo nombre, desconocido para muchos, ya presagiaba el vínculo que iba a tener con el deporte de su vida. Hija de Dolores y Francisco, Blanca pertenece a la principal saga de hermanos del olimpismo español. Cinco de los ocho hermanos fueron olímpicos en el deporte rey invernal: el esquí.

Se mudó con su familia al Puerto de Navacerrada y allí inició sus primeros pasos en la nieve. Su hermano Paco, Paquito, se convirtió en referente, en leyenda, tras convertirse en campeón olímpico en Sapporo. Juan Manuel, Lola y Luis también llegaron a la alta competición.

Con 11 años, se vislumbraba en Blanca a toda una campeona y se trasladó a Viella (Lleida) a un centro de entrenamiento para deportistas de invierno. Su hermano Paco vio su potencial y se volcó con ella hasta verla convertida en toda una leyenda. A la temprana edad de 16 años compitió en sus primeros Juegos Olímpicos, los de Lake Placid en Estados Unidos. Allí coincidió con su hermano Paco, quien además fue el abanderado español.

 

El despegue de una campeona

Un año más tarde, en 1981, empezaría a brillar por todo el mundo con su sonrisa permanente y sus triunfos. Se proclamó campeona del Eslalon Gigante en la Copa de Europa y terminó tercera en la general. Desde ese mismo año, en el que acabó 81º en la general de la Copa del Mundo, su mejoría fue latente viendo los años posteriores, en los que fue ganando posiciones hasta que llegó su primer podio. Tuvo lugar en Zwiesel (Alemania) y logró el tercer puesto en Eslalon Gigante. Este sería el primero de los 20 que lograría a lo largo de su carrera.

Blanca Fernández Ochoa
Fotografía: EFE

En 1983 fue condecorada con el Premio Reina Sofía a la mejor deportista española, galardón que volvería a concederle el Consejo Superior de Deportes en 1988.

Llegaron los segundos Juegos de Invierno para Blanca, los de Sarajevo, en los que fue la abanderada española. En estos Juegos coincidiría con sus dos hermanos menores, Lola y Luís. La gran actuación de Blanca le supuso un meritorio sexto puesto.

En el año 1985, logró dos podios importantes, ambos en Eslalon Gigante de la Copa del Mundo. El primero de ellos en Maribor, siendo tercera, y el segundo de ellos en Vail, en el cual se subió a lo más alto del cajón por primera vez.

Siguió encadenando triunfos mundiales, sumando hasta 5 podios en una misma temporada, la de 1987, la antesala de los Juegos Olímpicos de Calgary (Canadá). Era favorita para alzarse con la tan ansiada medalla. La expectación en España fue inigualable. Nunca antes el esquí había reunido a tanta gente para ver a un deportista español. Coincidió con su hermano más pequeño y Paquito estaba en la cabina de TVE comentando la prueba. Pintaba muy bien, había sido la mejor en la primera manga, y cuando ya rozaba la presea, se cayó. Fue un momento muy duro para Blanca, que pensaba ya en la retirada.

La convencieron para continuar y siguió ganando pruebas como ya estaba acostumbrada. Llegó a superar la hazaña de su hermano Paquito y terminó con cuatro victorias (3 en Eslalon y 1 en Eslalon Gigante).

 

Un bronce que supo a oro

1992, uno de los años más importante para el deporte español. Para Blanca, llegó la recompensa a tantos años de entrenamientos, de una vida dedicada al esquí alpino. Albertville, Francia, 20 de febrero. Aquel jueves medio país estuvo pendiente de aquella prueba. La confianza en Blanca era plena y no sólo por parte de su familia. Aquel año nada podía salir mal y así fue. El bronce que supo a oro. La antesala de los Juegos Olímpicos de Barcelona. La primera mujer en colgarse una medalla olímpica al cuello. Todo el mundo recuerda aquella imagen de Blanca con una sonrisa y su presea en la mano. La culminación de una carrera olímpica y el ejemplo de una mujer que logró su sueño, a quienes han seguido las 49 que, hasta el momento, han alcanzado la gloria en unos Juegos Olímpicos.

 

Tras su retirada, a Blanca Fernández Ochoa le fueron concedidas la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en 1994 y la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2019 (ambas por el CSD), ésta última a título póstumo, tras su fallecimiento en agosto de ese mismo año.

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